Nuevas letras de Chile
Por Carla Araneda Condeza
La historia de la literatura chilena está marcada por la presencia de grupos literarios que buscaban promover y difundir la literatura nacional. Clubes literarios compuestos por escritores, editores y apasionados por el mundo de las letras.
Se empieza a hablar de literatura en esta zona del continente con las obras epistolares de diferentes escritoras religiosas como Sor Josefa de los Dolores Peña y Lillo Barborsa, Sor Úrsula Suaréz, Juana López y Sor Tadea de San Joaquín. Con posterioridad en la época de la fundación de Chile, llegan los cronistas de España que crean las primeras novelas de la literatura nacional, como “La Araucana” de Alonso de Ercilla, o “Arauco Domado” de Pedro de Oña. Pero la literatura nacional da un salto con componentes locales en 1840 con el trabajo del Grupo de intelectuales que impulsan la enseñanza de la lectura en el territorio. Este grupo consideraba que “la lectura era mejor herramienta para incentivar el desarrollo de un país”.
Dos años después se crea la “Sociedad literaria de 1842” la que deja un gran legado que se puede resumir en dos, primero, la publicación del “Semanario de Santiago”, un hito clave para la masificación de revistas literarias en el país. Segundo, fue la primera institución literaria formalmente establecida, sentando un precedente que determinó el crecimiento y desarrollo de tendencias literarias en el país. Tendencias literarias como el romanticismo, realismo, modernismo, fantasía, imaginarismo, neocriollismo, aparición temprana de literatura infantil, la nueva narrativa de los 90´, la llamada literatura de los hijos (Por Alejandro Zambra en su libro Formas de volver a casa), literatura mapuche, y otras muchas más.
En el periodo de 1914 a 1924 se crea el Grupo literario de los 10, compuesto por escritores nacionales, cinco de ellos recibieron el Premio Nacional de Literatura. Esta fue una agrupación que trabajó de forma ininterrumpida en el desarrollo y promoción de la literatura nacional. Otro ejemplo es el Club Mandrágora, fundado en 1938, una agrupación de poetas surrealistas, en la que sus miembros se apoyaron en su labor, crearon instancias y espacios para la cultura y literatura.
Probablemente uno de los hitos más importantes, en esta materia, es la fundación de la Sociedad de Escritores de Chile, SECH, una asociación de escritores que incluso hoy en día trabaja arduamente en la creación de oportunidades y espacios para la literatura nacional. Un elemento a rescatar es que la creación del Premio Nacional de Literatura de Chile, fue una iniciativa de la SECH, y el fundamento de este era precisamente la orfandad en la que se encontraban los escritores dentro del país al no poder vivir de sus derechos editoriales. El premio Nacional de literatura se entrega desde 1942.
Una buena forma de ilustrar la orfandad mencionada antes, es un extracto de una entrevista de Stella Díaz Varín, una de las grandes poetas nacionales “Yo creo que deberíamos preocuparnos un poco de que el poeta deje de ser una especie de ser mítico, alado y peregrino. El poeta es un ser humano con familia, con necesidades biológicas y necesidades de todo tipo, al que nadie le da boleto en este país (…) por lo menos me gustaría que el hombre creador tuviera una base y una mínima seguridad de vida para que pudiera seguir creando”
Otros grupos que cabe mencionar es Fuego de poesía, organización fundada en 1955 por José Miguel Vicuña, cuyas principales actividades giraban en torno a la lectura, edición y publicación de libros, exposiciones, y realización de encuentros entre escritores. Creando lazos entre autores y creando una literatura de calidad. Otra agrupación que se puede mencionar es la Agrupación de intelectuales dirigida por Pablo Neruda, o una organización actual como “Comunidad de escritores y escritoras autopublicados de Chile”, dirigida por autoras nacionales.
Las alianzas entre escritores tienen una raíz importante dentro de Chile y con la Antología Nuevas letras de Chile, escrita entre diez escritores nacionales se buscó recrear esta solidaridad y fraternidad entre colegas compatriotas. El mercado del libro tiende a ser complejo y hostil para el escritor, sobre todo para las nuevas voces, por ellos es necesario recuperar estas alianzas.
Como resultado este 6 de noviembre de 2023 se lanzó la antología en la que participaron los escritores: Miguel Ángel Villalobos, Víctor Manuel, Henry Estrada Beltrán, Génesis Silva, Lumina Nix, JP Cifuentes, Carmen Loopart, José FG Rodríguez, Anita María Riquelme Suazo y Carla Araneda Condeza. Un texto que reúne cuentos de distintas temáticas que buscan innovar en la literatura nacional con una diversidad de propuestas.
La conclusión y lanzamiento de este libro demuestra que aún es posible conciliar el trabajo entre colegas y crear espacio entre escritores de difusión y desarrollo de la literatura nacional. Sobre todo, en un contexto en que la literatura nacional, y aún más la literatura latinoamericana se encuentra en crisis, dejando de lado el componente de identidad local de las obras, para entregarse de lleno a las consecuencias propias de la globalización. Entiéndase por ello una referencia a la composición del mercado del libro nacional, sus problemáticas, el problema de libre competencia en el mercado relevante del libro, en particular entre editoriales dependientes e independientes, así como nacionales y transnacionales.
Es necesario hoy en día volver a trabajar unidos entre escritores.
Referencias:
- Araneda Condeza, C. (2023) Proyecto Escritoras latinoamericanas olvidadas. 2023. Blog Grabados Revista Petroglifos. Venezuela.
- Rojo, Grínor. (2006) Globalización e identidades nacionales y postnacionales… ¿De qué estamos hablando? Lom ediciones. Primera edición. Santiago de Chile.
- Rafide, Matías. (1955). Literatura chilena. Apuntes elementales. Primera parte. Cultura. Santiago.