Revista Destiempo

Contemplar lo que nos rodea: Entrevista al poeta Alejandro Ogando

Por Guillermo Soriano

Desde Tierra del Fuego, el poeta argentino Alejandro Ogando ha lanzado recientemente su primer libro de poesía titulado «Sendero Abierto». Aunque su profesión en sistemas informáticos podría parecer distante del mundo de las letras, Ogando ha encontrado en la poesía su verdadera vocación a la que ha dedicado la última parte de su vida. Inicialmente atraído por la filosofía, encontró en la poesía una forma más adecuada para expresar sus pensamientos y emociones. Este tránsito ha enriquecido su escritura, dándole una profundidad y una introspección única.

Las influencias literarias de Alejandro Ogando son variadas y profundas, abarcando tanto a poetas como Friedrich Hölderlin, Rainer Maria Rilke y Antonio Gamoneda, como a filósofos de la talla de Martin Heidegger y Soren Kierkegaard. También se deja inspirar por autores contemporáneos como Antonio Tello y Hugo Mujica, además de pensadores como David Le Breton y Carl Jung. Esta rica amalgama de influencias se refleja en la complejidad de sus versos.

Exploramos con Alejandro, el origen y significado del título «Sendero Abierto», una elección que resuena con la apertura y la búsqueda constante que caracteriza tanto a su vida como a su obra. También nos cuenta sobre cómo el entorno único y extremo de Ushuaia, ha influido en su proceso creativo, en los desafíos que enfrentó al escribir algunos de los poemas, y en los simbolismos y metáforas que ha utilizado para capturar la esencia de la naturaleza salvaje y la geografía inhóspita de su tierra.

«Sendero Abierto» es un título evocador. ¿Podrías compartir cómo surgió la idea de este título y qué significado tiene para ti?

«Sendero abierto» surge como alusión al camino. Es una especie de oda al camino, el cual considero, que es la vida. En nuestra sociedad actual estamos muy centrados en los destinos, lo útil, y muchas veces nos olvidamos de caminar lentamente y contemplar lo que nos rodea para así crecer con ello. Es ese camino, ese sendero, que siempre está abierto, que nos arroja a la aperturidad de la vida si la aceptamos en sus bellezas y angustias. «Sendero abierto» es una invitación, una entrega de mi parte, a caminar ese camino que nos aguarda.

Ushuaia, conocida como la ciudad más austral del mundo, es un lugar único y extremo. ¿De qué manera la atmósfera y el paisaje de esta región han influido en tu proceso creativo y en los temas que abordas en «Sendero Abierto»?

El paisaje y lo que me rodea en Ushuaia influye fuertemente. Desde la alusión que hago a sus árboles, hojas y atardeceres, hasta la manera lenta de ver lo que me rodea. Aquí las montañas nos abrazan, uno llega a Ushuaia y pronto ve cómo el cordón cordillerano nos envuelve. Digamos, sin entrar en el dialecto actual, que la energía del lugar es muy inmensa y profunda al mismo tiempo. Se respiran otros aires, se ven otros cielos, se siente otro aroma. No es para cualquiera al mismo tiempo. La isla entera te empuja a tu introspección. En todo el sendero que recorro en el poemario tengo presente está tierra de montañas oscuras y bosques de fuerte verdor. 

¿Hay algún poema o conjunto de poemas que demoraste más en finalizar? ¿Podrías contarnos la historia detrás de alguno de ellos?

El poemario en sí surge en dos semanas, pero tiene un año en su parte trasera. Ya tenía escritos varios poemas que muchas veces reescribí. A mi entender -y experiencia personal- para escribir un poemario te tiene que embargar un sentir. Cuando ese sentir te embarga, te toma, que uno lo espera con ansias, fluye todo. Pero, si ese sentir no te embarga se puede escribir durante mucho tiempo en vano. En dos semanas que estuve embargado por ese sentir escribí más de 100 poemas que luego, como todo proceso creativo se fueron purificando y seleccionando. Los que llevaron más trabajo fueron «Al poeta del poeta» (dedicado a Hölderlin) y «Hacia ningún lugar». El resto también costó trabajo, claro, pero fluyó con otra armonía. Luego, el proceso de corrección duró un año.

La naturaleza salvaje y la geografía inhóspita de Ushuaia pueden simbolizar muchas cosas en la poesía. ¿Qué simbolismos o metáforas has explorado en «Sendero Abierto» para reflejar tus impresiones de este lugar tan especial?

He recorrido todas las provincias de la Patagonia, y bajo mi impresión Tierra del Fuego, tanto del lado argentino como el chileno, tienen otro sentir. Los bosques puros de lengas prácticamente, su verdor es como en ningún otro lado. Sus montañas oscuras, sus cielos, sus ríos. Aquí todo el bosque es de alta montaña. Los árboles que en la isla están en todas partes solo aparecen en sitios de la Patagonia al subir la montaña a una altura considerable. Aquí no hay cipreses ni arrayanes, el clima es muy hostil para ellos. Los árboles de aquí, que tanto aprecio (lengas, coihues y ñires), aman este lugar tanto como yo lo amo. Por ello el símbolo del arraigo, la raíz, la semilla en el viento, y la luz entre las hojas toma aquí otro lugar. Todo el mundo debería recostarse bajo un bosque de lengas, un día soleado, y ver desde su sombra el hermoso color de las hojas cuando el sol las toca. También por eso menciono mucho al dios, o a los dioses a lo largo del poemario.

Finalmente, ¿Qué esperas que lleven consigo después de leer «Sendero Abierto»?

Siempre quise transmitir en mi poesía otro modo de ver, que es tan lejano en las ciudades. Ese modo de ver abierto a las cosas, a la tierra, que permite que los bosques, los campos y el horizonte, enseñen y hablen. Me gustaría que quien quiera ir al bosque, o a una plaza, pueda llevarlo como compañía en sus caminos. O que al leerlo en su casa pueda llevar su alma a la envoltura del bosque y lo abierto de la vida. Inspiración y armonía al recordar, más allá de nuestros problemas cotidianos, que hay belleza siempre alrededor para quien sabe ver con ojos de vulneración, con ojos de niñez.

Sendero Abierto

Bajo el humo de una vela
el fluir de un incienso, 
los colores del cielo
y el juego del éter.

Se abre el camino 
de quienes no tenemos propósito.*
Se muestra el azar
y vaga con el río.

Lares de Austro

Lares donde Austro se refugia
y los bosques son libres,
ajenos al hombre dócil.


Allí el dios transita la profundidad del océano, 
y la inmensidad de las montañas 
lo empujan hacia el fuego 
del último horizonte.

En su hogar 
un halo de belleza invade
al vagar en los bosques 
y encontrar lo onírico de ayer.

Me sumerjo en la meditación,
mi ser fluye sobre las hojas de las lengas.


Vos, señor de los vientos del sur
me llevás hacia lo increado 
donde apenas puedo percibir tu aroma. 

No importa si danzo en el éter,
o quedo flotando en el mar.

Como la hoja de lenga
confío: 
donde caiga 
germinaré.

Libro: Sendero Abierto
Autor: Alejandro Ogando
Año de publicación: 2024
Editorial: Ediciones del Camino

El erotismo de la carne: una potencia sin límites

Por Vicente Santibáñez Aravena

La escritura es, para Xelsoi, una cuestión espacial, un proceso que no se agota en el mero relato de escenas y personajes, pues sería un error catalogar este texto como “descriptivo”; sino que, lo que hace es ligeramente diferente, ligeramente más complejo, ligeramente más denso: Xelsoi dibuja corporalidades, objetos y escenas, cargando cada uno de sus trazos con el espesor de la materialidad. La riqueza de su lenguaje radica en que rápidamente caemos en cuenta de que no es el lenguaje el que cobra vida y se encarna, proyectando o representando espaciamientos; más bien, la operación es inversa, pues cabría decir que es el cuerpo mismo, en un movimiento de pliegue y repliegue sobre sí, el que se vuelve palabra, se apodera del lenguaje para introyectarse, para penetrarse y alcanzar lo más profundo de sí. Se trata, por sobre todo, de una escritura caníbal en tanto mueve el deseo del cuerpo hacia sí mismo, devorándose.

En “Hambre” el cuerpo se fascina por el espacio: “Lo deleitaban las formas que la luz del velador le dibujaba en el torso. Cada límite de su cuerpo, proyectado como una sombra sobre la pared, parecía afilado” (7). Sin embargo, la fascinación más grande es el deseo del otro, la necesidad palpitante por alcanzar eso que es el otro, como si todo se jugara en aquellas escenas donde la vida y la muerte danzan al compás del erotismo: “[…] Mateo levantaba los brazos, coreando la letra de una canción. El movimiento revelaba su vientre, enmarcado entre el bóxer y la polera. Un delicado camino de pelos se deslizaba por debajo de su ropa interior, desde el ombligo. A Domingo se le desencajaba la mandíbula viendo ese abdomen blando. Quería hincarle los dientes, arrancarle un pedazo de esa carne tierna” (19). En efecto, este deseo erótico por la otredad opera mediante la fijación por la materialidad, los gestos, y los objetos. Página a página el texto construye su intensidad in crescendo, se escenifica deliberadamente para mantenernos expectantes, pues nos hace también desear un desenlace donde el deseo se consuma.

Es increíble cómo el texto construye sus corporalidades y escenas, pues no le hace falta echar mano a los cánones hegemónicos, envestidos del romanticismo típico, para atraparnos en situaciones comunes, con cuerpos comunes que fácilmente podríamos ser nosotros. En esto radica el gran acierto: la transformación de la cotidianidad (un carrete, un baile, una herida), en espacios donde se hierve de deseo.

La antropofagia se hace presente a lo largo de todo el texto como un elemento que complejiza el deseo: por una parte, ¿será que Domingo se siente atraído por el cuerpo de los otros en tanto ve en ellos una proyección de sí mismo, como si se tratara de una prolongación de aquella primera escena donde él “se chupó el dedo corazón frente al espejo, repasó con la lengua sus callosidades, imaginando qué sabor tendría su piel para otra boca” (7). Si esto fuese así, entonces la integración de los otros opera, para Domingo, como un camino para alcanzarse a sí mismo: su deseo es, en última instancia, conocer el sabor de su propia piel.

Por otra parte, bien podría ser lo contrario: ¿Domingo desea el cuerpo de los otros para, de hecho, ser otros? En la última escena, Mateo besa la mano vendada de Domingo y se marcha, lo que constituye un momento decisivo: “[Domingo] En su palma cargaba el beso de Mateo. El único que había tenido y el único que tendría. Se lo devolvió a través de su mano. Con la lengua se abrió camino hacia la carne, deshaciendo el papel. Imaginaba la boca de Mateo mientras exploraba las fronteras de su propia llaga. […] Saboreaba su propia sangre delirando con los rincones ácidos, íntimos de Mateo” (23). En ese beso, Mateo se inscribe como otredad en la mano de Domingo, deja su huella sin que importe su presencia física posterior.

Lo que hace Domingo, por tanto, es utilizar su cuerpo para explotar los límites de sí; lo que busca es diferenciarse de sí para alcanzar aquello que no es él mismo; lo que anhela, por último, es confundirse a través de la transgresión de su materialidad. Esta segunda interpretación no solo parece ser la más interesante, sino también la que se confirma con la frase final: “Mientras se devoraba a sí mismo, en la ensoñación de un sabor ajeno, se hizo una promesa. Esta vez sí saciaría su hambre” (23. Las cursivas son propias).

Antes de concluir, quisiera recalcar dos cosas: por una parte, Xelsoi construye capa a capa la intensificación del deseo a través del erotismo -eso ya estaba claro-, pero su mayor logro es jugar con esa operación tanto dentro como fuera del texto: el hacernos desear una consumación que nunca llega dota al erotismo del texto de una potencia sin límites, pues estira también nuestra propia expectativa como lectores sin llegar a agotarla. Por otra parte, el placer que se nos muestra en la antropofagia parece corresponder con una experiencia que saca al sujeto de sí mismo, precisamente para chocar, lamer o rozar la otredad, la diferencia.

Finalmente, «Hambre» es una obra singular que difumina los límites del deseo, el cuerpo y el placer. A través de un lenguaje cargado de materialidad y erotismo, nos sumerge en un universo inquietante donde los cuerpos son territorios de transgresión y los sujetos se disuelven en el anhelo de alcanzar lo otro. Xelsoi nos convierte, como lectores, en cómplices de este festín caníbal, seduciéndonos con la promesa de un placer siempre diferido, siempre insaciable.

Libro: Hambre
Autor: Xelsoi
Editorial: Imaginistas
Páginas: 30

Niebla de Miguel de Unamuno y la alegoría de la caverna de Platón

Por Carla Araneda Condeza

Niebla es la obra más importante del escritor Miguel de Unamuno, publicada por primera vez en 1914, una nivola que cambió la historia de la literatura. Un texto clave y central de su producción literaria, una obra profunda que explora temas existenciales, valiéndose de una narración innovadora para la época.

Miguel de Unamuno fue un escritor y filósofo español de gran influencia. Como literato cultivó y trabajó en todos los géneros literarios.

Entre sus obras se puede mencionar en poesía con; “El Cristo de Velázquez”, “Rosario de sonetos líricos”, «Romancero del destierro»; en novelas con “Amor y pedagogía”, “Paz en la Guerra”, “Niebla”; en ensayos con “En torno al casticismo del sentimiento trágico de la vida”, “La agonía del cristianismo”, y “Vida de Don Quijote y Sancho”, entre otros muchos.

Perteneciente a la “generación del 98”, nombre con que se ha reunido tradicionalmente a un grupo de escritores, ensayistas y poetas españoles que se vieron profundamente afectados por la crisis moral, política y social desencadenada en España por la derrota militar en la guerra hispano-estadounidense, y la consiguiente pérdida de Puerto Rico, Guam, Cuba y las Filipinas en 1898. Todos los autores y grandes poetas englobados en esta generación nacen entre 1864 y 1876.

 “-¿Conque no, eh? – me dijo-, ¿conque no? No quiere usted dejarme ser yo, salir de la niebla, vivir, vivir, vivir, verme, tocarme, oírme, sentirme, dolerme, serme. ¿Conque no lo quiere? ¿Conque he de morir, ente de ficción? Pues bien, mi señor creador don Miguel, también usted se morirá, también usted, y se volverá a la nada de que salió ¡Dios dejará de soñarle! Se morirá usted, sí, se morirá, aunque no lo quiera; se morirá usted y se morirán todos los que lean mi historia, todos, todos, todos. Os lo digo yo, Augusto Pérez, ente ficticio como vosotros, nivolesco, lo mismo que vosotros. Porque usted, mi creador, mi don Miguel, no es usted más que otro ente nivolesco, y entes nivolescos sus lectores, lo mismo que yo, que Augusto Pérez, que su víctima…” Niebla- Miguel de Unamuno.

Ahora la reseña de un ente ficticio, nivolesco, un simple lector. Un Grande Don Augusto Pérez. Esta obra es una escalinata de diferentes niveles literarios, una obra maestra de principio a fin, mi libro favorito del autor.

Personaje favorito: Orfeo, nunca un perro había sido tan elegante, racional y analítico como él. Orfeo es un perro de la calle, adoptado por don Augusto Pérez. Orfeo se hizo el mejor amigo de don Augusto, su confidente, con un cariño recíproco que a su vez llevó al can a su propia muerte al olfatear el cadáver de su amo.

Pero Orfeo no solo murió, creó el final de este libro, vislumbrando una serie de verdades a las que eran ajenos don Augusto e incluso don Miguel.

“¡Qué extraño animal es el hombre! Nunca está en lo que tiene delante. Nos acaricia sin que sepamos por qué y no cuando le acariciamos más, y cuando más a él nos rendimos nos rechaza y nos castiga. No hay modo de saber lo que quiere, si es que lo sabe él mismo. Siempre parece estar en otra cosa que en lo que está, y ni mira a lo que está, ni mira a lo que mira. Es como si hubiese otro mundo para él. Y es claro, si hay otro mundo, no hay éste.”

“Es un animal enfermo, no cabe duda. ¡Siempre está enfermo! ¡Sólo parece gozar de salud alguna cuando duerme, y no siempre, porque a veces hasta durmiendo habla! ¡Y esto también nos ha contagiado! ¡Nos ha contagiado tantas cosas!”

El capítulo final de la obra “Oración fúnebre a modo de Epílogo”, escrito como el razonamiento de Orfeo ofrece un tercer escalón literario de la obra, en que con pocas palabras entrega profundidad.

Trama: Las desventuras en el amor de Don Augusto Pérez lo llevan a querer suicidarse, razón por la que visita a don Miguel de Unamuno, quien le señala de forma categórica que él- don Augusto- no podía suicidarse, no podía quitarse la vida, porque carecía de ella, así mismo no estaba vivo, ni muerto, era un mero ente ficticio, creado por Miguel de Unamuno. La encrucijada de Don Augusto va más allá, incluso de amenazar de muerte de don Miguel, quien toma la decisión de matarle incluso dentro de la ficción.

Pero don Augusto gana, gana la discusión y gana en la vida “¡Yo no puedo morirme; sólo se muere el que está vivo, el que existe, y yo, como no existo, no puedo morir, ¡soy inmortal! No hay inmortalidad como la de aquello que, cual yo, no ha nacido y no existe. Un ente de ficción es una idea, y una idea es siempre inmortal…”

Capítulo 32 de Niebla y la alegoría de la caverna de Platón.

La alegoría de la caverna de Platón es una de las enseñanzas más conocidas del filósofo, presentada en su obra “La república”, una aproximación a la realidad, el conocimiento y las formas del entendimiento humano. La que se ha interpretado de diferentes formas a través del tiempo. En esta alegoría se muestra al ser humano encadenado dentro de una caverna, con un conocimiento limitado de la realidad, solo ven las sombras que se proyectan frente a ellos, y para ellos, esa es su realidad.

Por otra parte, se señala que al salir uno de ellos de la caverna y ver la realidad, sin cavernas y sombras, se convierte en un lunático ante la mirada de los que aún continúan prisioneros, encadenados, se aferran a su limitada forma de entendimiento de la realidad. En esta alegoría el filósofo es quien logra salir de la caverna y quiere mostrar este nuevo conocimiento a los demás. También se ha usado para explicar la enseñanza. Para otra ocasión dejo la explicación en detalle de los diversos elementos que componen esta alegoría (Dimensión antropológica, epistemológica, y moral y política).

Cuando don Augusto vuelve a su hogar, no vuelve el mismo don Augusto que fue a hablar e incluso a amenazar a don Miguel; el Augusto que salió esa tarde de la casa del escritor, dejando las tierras de Salamanca, era otro, llevaba consigo una verdad que nadie más que él entendería, una verdad cruda, él no estaba vivo, ni muerto, él no existía, era un ente ficticio, al igual que su Eugenia, que ese tal Mauricio, que su Rosario, que Liduvina, que don Domingo y su pequeño amigo Orfeo.

Con esa verdad y siendo otro, uno totalmente diferente del que salió en la mañana, de ese mismo hogar.

Liduvina no sabía nada de esto, ella solo notó que algo en su “Señorito” había cambiado, acaso ¿ya no era el señorito que siempre cuidó?, en sus propias palabras ¿acaso no estaba muerto y caminando?

Liduvina y Domingo no pudieron entender a su “señorito” ni mucho menos esa verdad que traía que al mencionarse a ellos solo les parecía una historia de libros, de sombras, de niebla, las habladurías del cansancio tal vez, o ¿es que el señorito había enloquecido?

Una perfecta alegoría de la caverna, con una verdad, con un conocimiento que torturaba a quienes intentaban transmitirla, una verdad por la que don Augusto sería llamado un loco, un demente.

Al leer este capítulo en particular no pude sino pensar en la alegoría de la caverna de Platón, ahora en la alegoría de la ficción.

Una mirada hacia Los Subterráneos de Jack Kerouac

Por Guillermo Soriano

La novela Los Subterráneos (1958) escrita por Jack Kerouac, es un relato profundamente introspectivo y emblemático de la generación Beat. En esta obra, Kerouac utiliza su característico estilo de escritura espontánea para sumergir al lector en la atmósfera de la subcultura de los años 50 en Estados Unidos. La historia, basada en las propias experiencias del autor, sigue las andanzas y relaciones de Leo Percepied, alter ego de Kerouac, especialmente su tumultuoso romance con Mardou Fox, una mujer afroamericana, en un contexto marcado por el jazz, el desenfreno y la búsqueda espiritual.

La influencia de Los Subterráneos en la cultura es multifacética. Primero, este libro, junto con otros trabajos de Kerouac, fue crucial en la definición y difusión del movimiento Beat, un grupo de autores que rechazaron las normas convencionales de la sociedad y la literatura, favoreciendo un estilo de vida nómada, experimental y espiritual. Este movimiento fue un precursor directo de la contracultura de los años 60 y tuvo un impacto significativo en la música, la literatura y el pensamiento social.

En términos literarios, Kerouac rompió moldes con su técnica de «escritura automática», la cual buscaba capturar la espontaneidad y el ritmo del pensamiento y la conversación. Este enfoque tuvo un efecto duradero en la narrativa moderna y en la forma en que los autores abordan la estructura y el estilo en sus obras.

Por otra parte, el libro también se destaca por su exploración de temas como la raza, el sexo y las relaciones interraciales, temas que eran considerados tabú en esa época. La relación central de la novela entre un hombre blanco y una mujer afroamericana desafía las normas sociales del momento y refleja el compromiso de Kerouac con la exploración de temas sociales profundos y a menudo incómodos.

Los Subterráneos, por lo tanto, no es solo una pieza clave en el canon de la literatura Beat, sino también un espejo de las tensiones sociales y culturales de su tiempo. La novela captura el espíritu de rebeldía y búsqueda espiritual de la generación Beat, ofreciendo una perspectiva profunda sobre las complejidades de la identidad, la raza y el amor en una era de gran cambio. La obra de Kerouac sigue siendo relevante hoy en día, no solo como un documento de su época, sino también, como una influencia en la continua evolución de la narrativa literaria.

Libro: Los Subterráneos
Autor: Jack Kerouac
Año de publicación: 2014 (original 1958)
Editorial: Anagrama

¿Qué es ser poeta? – Reseña y comentario sobre Poeta chileno de Alejandro Zambra

Por Carla Araneda Condeza

Alejandro Zambra es un poeta y novelista chileno. Nació en Santiago el año 1975. Licenciado en literatura por la Universidad de Chile. Docente y crítico literario, lo cual se compagina con su profesión como escritor.

Su primera publicación fue su libro de poesía Bahía Inútil, en 1998, época en la que acaba de titularse en licenciatura en literatura. Posteriormente pública su primera novela corta y un relato largo Bonsái, año 2006, con un éxito rotundo en la crítica y recepción del público.

Entre sus obras destacan: La vida privada de los árboles, de 2007; Formas de volver a casa, de 2011; Mis documentos, libro de cuentos de 2014; No leer, una colección de ensayos de 2018; Tema libre de 2019. Sus novelas han sido traducidas a más de 20 lenguas. Por otra parte, sus cuentos han aparecido en revistas como The New Yorker y The Paris Review

“Los poetas chilenos son curiosamente más famosos que los narradores y hay muchos narradores que escriben novelas sobre poetas. Son como héroes nacionales, figuras legendarias.”

Poeta chileno es una novela que recoge una historia sobre el camino del poeta en Chile. Pero antes de hablar de la novela en sí, no pude evitar advertir que antes de ser novela, esto fue un artículo que observaba a Chile y sus poetas, e incluso antes solo fue una columna, una columna de opinión sobre una idea, sobre una idea de una frase que alguien escuchó, o creyó oír en alguna parte, en algún momento.

Considero que el autor logra develar ante las mentes en movimiento de su audiencia, la esencia del poeta, o tal vez, solo sea una especie de radiografía que nos deja ver su esqueleto, sus huesos. Algo de esa profundidad que las letras dejan intuir de su autor. Algo de eso, algo de Chile, algo la vida, algo de la idiosincrasia de ser chilenos. Algo de ese país, que alguien llamó alguna vez “Chile país de poetas”.

Un libro completamente necesario. Es imprescindible en las bibliotecas personales de cada uno de aquellos que se dicen ser chilenos. Y por qué no, de todo aquel que ama la poesía.

Fiel al estilo del escritor chileno, con esta obra el autor ficciona parte de su vida, de sus experiencias, para dar vida a estos personajes. La autobiografía ficcionada tiene un lugar importante en la literatura, que encuentra su nicho dentro del género de ficción histórica. En la historia de la literatura podemos mencionar a las hermanas Bronte, como un ejemplo de obras de autobiografía ficcionada, pensemos en sus primeras gran obras, Jane Eyre de Charlotte Bronte, Cumbres Borrascosas, de Emily Bronte, y Agnes Grey, de Anne Bronte.  O Historia Universal de la infamia, de Jorge Luis Borges; Los emigrados, de Sebald; La enciclopedia de los muertos, de Danilo Kis, entre otros muchos.

Existe una discusión no menor sobre si la autobiografía ficcionada es un nuevo género literario o no lo es, a pesar de existir muchos escritores que han cultivado y adherido a esta tradición literaria. Parte del recorrido de esta historia de la biografía ficcionada se encuentra en “Vidas de vidas. Una historia no académica de la biografía”, de Cristian Crusat. En la que, por medio de un análisis de diversas investigaciones sobre el tema se llegó a intuir una posible existencia. Un tema en demasía más complejo de lo que se pretende en esta breve reseña literaria.

La novela se divide en cuatro capítulos. Pero si tuviera que tomar los temas tratados, solo necesito advertir tres ideas que se desarrollan con la perfección de una narración que piensa en una lectura accesible, y al mismo tiempo se compromete con la entrega de un desarrollo argumentativo y esta idea de exponer al poeta chileno.

¿Qué es ser un poeta chileno? El autor pudo haber construido una respuesta compleja, pero fiel al estilo que muestra en esta obra, decide incorporar esta frase, que después de terminar el libro, continúa como un eco, replicándose en mi memoria: “… publicaste un libro de poesía, así que eres poeta para siempre. Estás cagado.” O “…Había publicado un libro y que era, finalmente, un poeta, un poeta chileno.”

Esa sola frase derrumba, como diría un profesor que tuve en algún momento, bibliotecas completas en las que escritores y poetas se entregan a extendidos debates, sobre qué es ser finalmente un escritor o un poeta. Extiendo la idea del autor a los escritores en general, ya que me parece pertinente y no existe ninguna razón para que no pueda ampliarse su interpretación.

La novela en sí nos cuenta la historia con historias, la primera y que marca el ritmo de los hechos, es sobre Gonzalo, un poeta chileno, que a veces carece de la valentía y determinación necesarias para hacer lo que realmente quiere hacer. Por otra parte, está la historia de su hijastro, un futuro poeta, alguien joven y lleno de eso que a su padrastro le faltó, para entregarse de lleno a un camino incierto. El que siguen los poetas chilenos.

Por otra parte, se hace un análisis del paisaje actual de la poesía chilena, una poesía diversa, que surge desde todos los sectores de la sociedad y con interpretaciones desde diferentes enfoques.

Una de las críticas que se observan en la creación literaria del autor, y que también resalta en esta obra, es la posición o lugar dentro de la sociedad en el que se sitúa a la mujer, en concreto a los personajes que asumen este rol. Pero esta crítica viene a mirar en el metatexto, en lo profundo de la obra, y de las obras que se han escrito y se siguen escribiendo en este sentido, salvo algunas contadas excepciones.

La creación literaria es un fruto, o producto para otros, que es partícipe de la realidad social, cultural, económica, política e histórica en que fue creada. Ya sea como parte de un movimiento que ya existe, o como una rebelión contra lo ya establecido. De esta generación vienen a ser las obras de las hermanas Bronte, que fueron visionarias en su época, posicionando a la mujer en un rol diferente al constructo social que se ha dictado históricamente.

De esta misma generación, se puede mencionar la obra de Walter Tevis, Gambito de dama, obra en la que la mujer es posicionada de tal forma que escapa al constructo social que se ha dictado para definir a la mujer, esto es, esta categoría que se asigna y que va más allá del sexo o género, es un concepto heteronormativo proyectado desde la masculinidad, el cual se asocia a la maternidad, deberes de cuidado, una situación de sumisión, dependencia afectiva y de poder de decisión.

Actualmente, es obligado el plantearse nuevamente ¿qué es ser mujer? ¿qué es ser hombre?, y parte de este cuestionamiento actual, se refleja en una generación literaria. Pero también hay otra generación, como ya advertía desde un principio, que continúa haciendo lo que ya se hacía, sin cuestionar, profundizar o problematizar estos temas. La obra de Zambra, es claramente de esta segunda generación.

Una de las virtudes que en lo personal me atrapó es la historia de Gonzalo, el camino arduo que recorre desde su juventud para llegar a ser un poeta. Esa esencia de poeta que se expresa más allá de sus páginas, que se escribe en su historia, en su forma de ver la vida, y en su forma de relacionarse.

Ser poeta es un estilo de vida.

Libro: Poeta Chileno
Autor: Alejandro Zambra
Año de publicación: 2020
Editorial: Anagrama

Primera Feria del Libro Cañete 2023

Por Carla Araneda Condeza

Este 16 y 17 de diciembre tuvo lugar la primera versión de la Feria del Libro en Cañete, organizada por el Centro Cultural y Deportivo Juvenil, Margarita Cereceda, dueña de la librería Osito Menor, y Carla Araneda Condeza, escritora e investigadora.

En esta edición del evento se contó con la participación de escritores de la comuna de Cañete, así como escritores de la región del Bío-Bío y Araucanía. Ofreciendo a sus asistentes una diversidad en cuanto a literatura desde poesía, narrativa corta e investigación. Se contó con la presencia de diversos números artísticos dando una perspectiva cultural al evento. Sumado a ello hubo juegos de mesa, té y café gratis para todos los asistentes y participantes, trueque de libros, venta de libros y más.

Entre los exponentes por el lado artístico, se encuentra Óscar Lepicheo, Violista; Laura Calcumil Flores, cantante; Marcela Araneda Figueroa, profesora de yoga; y Loreto Gonzáles, cuenta cuentos.

El día sábado 16 de diciembre, se realizó en el marco de las actividades, la entrevista al escritor PhD Henry Estrada Beltrán, docente e ingeniero Civil industrial. Cuenta con una trayectoria como escritor marcada por reconocimientos y participación en diferentes concursos de literatura como Biobío en 100 Palabras, Nanocuentos de editorial Anokanay, Cuentos y Caligramas del programa Bibliometro, Fuego de letras. Autor de 10 libros que han innovado en la narrativa corta. Entre sus obras destacan “Historias que no son historias”, “Descuentos”, “Cuentos y anticuentos”, “Intrépidos navegantes”, “La ciudad de los dones”.

También participó en la feria el director de la editorial Tortuga Samurai de Temuco, Romero Mora-Caimanque Aguirre, quien presentó el trabajo de la editorial, así como su trayectoria como escritor. Editorial Tortuga Samurái es una editorial independiente fuertemente comprometida con mostrar el trabajo de las nuevas voces de la literatura nacional, con el compromiso de presentar un trabajo impecable, de calidad y accesible al lector, en el que se deja ver un amplio catálogo con poesía chilena en el español y mapudungun. Además, la Editorial tuvo un stand en la feria en la jornada del día sábado para que los asistentes pudieran conocer más de cerca su trabajo.

El escritor Vinnicius Nolasco se hizo parte y comentó su trayectoria, presentó su primer libro Hecho de cenizas, poemario bilingüe, en español y portugués. Fue una presentación completa sobre su formación, intereses y trabajos actuales del escritor y poeta, así como proyectos en los que actualmente se encuentra trabajando. Fue parte de las actividades con su stand de escritor en ambas jornadas de la feria.

El escritor Carlos Figueroa Parada, autor de Pillanes, hizo una completa presentación sobre su trayectoria, su poesía y sorprendiendo a la audiencia con un cierre musical con la armónica. En seguida realizó la actividad “Poesía al instante”, en la que los asistentes le daban una palabra o tema y el escritor creaba un poema al instante en una máquina de escribir, obsequiando un poema a quien se atrevía a vivir esta maravillosa experiencia, en la que el poeta permitía ver su proceso creativo, lo que encantó a muchos asistentes.

Además, Carlos Figueroa es dueño de la librería Libracos Temuco, la que estuvo los dos días en la Feria del libro. 

Se contó con la presentación del libro Mitología mapuche el arte de narrar, del escritor Eugenio Salas Olave, quien es artista visual e investigador de pueblos indígenas. Desde 1990 realiza una serie de obras murales que tienen por temática las batallas, ritos tradicionales y relatos míticos. Entre ellos se puede mencionar: “Los grandes espíritus del Wenu mapu”, “La batalla de Tucapel”. Obras con reconocimiento internacional. En paralelo ha trabajado en diversas obras escultóricas como “Conjunto escultórico mapuche”, “Sitio Escultórico Ceremonial Lavkenche”, “Parque de esculturas mapuches”, “Esculturas patrimoniales”, “Pareja de Chamamüll”.

Esta feria tuvo además la presentación de un escritor y mangaka local, Mush, quien expuso una charla sobre su manga Noire, un manga que se encuentra ambientado en Cañete, el que sorprendió de grata forma a los asistentes. Noire se publicó por primera vez en formato físico en 2023 y este 2024 se esperan los siguientes volúmenes del manga, el que ya está escrito y disponible en formato digital hasta el cuarto capítulo. Mush además, es dueño de la tienda Mushimawari, la que fue parte de la instancia.

La feria del libro fue un verdadero espacio de encuentro entre escritores y lectores, entre lectores, y entre escritores, sumado al trabajo de todos los emprendedores que fueron parte de la iniciativa: Tostaduria Landeros, Portal de Atenea, Dracotienda, Osito Menor, Mushimawari, Nonos Pizzas, y Tiendita Mint

Se agradece el trabajo fotográfico de Carlos Catril Bahamondes y Javiera Araneda Condeza.

[Cuento] El lobo de Lanalhue

Por Henry Estrada Beltrán

–¿Has visto a Carlita? – preguntó a una ballena un angustiado lobo marino, Jorge.

–No la he visto, pero después de las grandes olas y el movimiento de las placas subterráneas, muchos de los vecinos se han ido – contestó la ballena. Jorge escuchó con dolor y continuó su búsqueda.

–¡Carlita! ¡Carlita! ¿dónde estás? – gritaba el lobito mientras sus lágrimas de desesperación nublaban sus grandes ojos cafés.

Así pasaron los días, que se transformaron en semanas.
Un día, el viejo Juan, un experimentado lobo con conocimientos de la ciencia y la tierra, habló con Jorgito.

– Mi abuelita me contó sobre un maremoto de hace 50 años atrás, y varios lobos fueron arrastrados hacia el río. Puede que tu madre esté ahí – Le dijo. Sin pensarlo dos veces, el joven lobo inició la más grande y osada travesía en la búsqueda de Carlita.

Al llegar a la desembocadura de aquel río del que le contó don Juan, supo que las condiciones de las corrientes, temperatura y salinidad eran adversas, pero el amor todo lo puede y comenzó su travesía río arriba.

En un momento de flaqueza, hambre y cansancio pensó en regresar, pero a lo lejos le pareció escuchar unos gritos, al voltear se alegró de ver que el viejo Juan junto con el tío Raúl se habían unido a la búsqueda. Al juntarse los tres, sus corazones se llenaron de gozo y juntos continuaron la expedición.

Tras 7 días de navegación, llegaron a una enorme masa de agua, en algún momento pensaron que el río acabaría en algo más pequeño, pero nunca imaginaron llegar a un gran lago como el Lanalhue.

Así pasaron las horas, días y años, en la búsqueda de Carlita, en ocasiones se asustaban por las lanchas de los turistas que trataban de sacarlos, a veces lograban librarse y otras no, así fue como murió el viejo Juan destrozado por la hélice de estos monstruos, gobernados por los que se autodenominan de raza superior.

La esperanza es infinita, pero la vida no, y los años pasaron la cuenta en el viejo Raúl. – Sé que algún día encontrarás a tu mamá – esas fueron sus últimas palabras.

Aun se puede ver al viejo Jorge, recorriendo las aguas del gran lago Lanalhue, el verdadero maestre del lago de las almas en pena.

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Esta historia es un extracto del libro “Un libro con ballenas”, del escritor chileno Henry Estrada Beltrán, obra publicada recientemente en noviembre de 2023.

Sobre el autor:
Henry Estrada Beltrán es ingeniero civil industrial, docente y escritor chileno. Es autor del libro Antología de cuentos costeros, entre los cerros y el mar, Comunicarse de corazón a corazón, una colección de breves mensajes inspiradores, Historias que no son historias, Más historias que no son historias, Communicating from heart to heart: A collection of short inspirational messages, Intrépidos Navegantes, La ciudad de los Dones, Cuentos y anticuentos, Nuestro camino, Caleta de Cuentos, Descuentos, y Un libro con ballenas.

El Camino de los Ángeles de John Fante

Por Guillermo Soriano

El libro «Camino de los Ángeles» de John Fante es una novela semi-autobiográfica que sigue la vida de Arturo Bandini, un joven ambicioso y lleno de sueños literarios. Ambientada en Los Ángeles durante la Gran Depresión, la historia es una crónica cruda y realista de las luchas y desventuras de Bandini mientras navega por la pobreza, el amor y sus aspiraciones de convertirse en un gran escritor.

La prosa de Fante es directa y desprovista de adornos innecesarios, lo que da a la narrativa un tono auténtico y apasionado. A través de los ojos de Bandini, el autor explora temas como la identidad, la pobreza, y el deseo ardiente de éxito y reconocimiento. El personaje protagónico es complejo y a menudo contradictorio, lleno de un gran anhelo y a la vez una profunda inseguridad.

«Camino de los Ángeles» es notable por su retrato vívido de Los Ángeles en una era turbulenta, así como por su exploración sincera de la ambición juvenil. Fante, con su estilo característico, logra crear una novela que es a la vez conmovedora y desgarradora, un retrato fiel de la lucha por alcanzar los sueños en medio de circunstancias adversas. Es una lectura esencial para los admiradores de la literatura estadounidense del siglo XX y para aquellos interesados en las narrativas sobre el crecimiento personal y la perseverancia.

John Fante es conocido por su estilo crudo y directo, que refleja la dureza y la realidad de la vida durante la Depresión. Sus obras, aunque no tan ampliamente reconocidas en su momento como las de sus contemporáneos, han ganado un reconocimiento póstumo significativo. Se le considera un precursor y una influencia para la Generación Beat, especialmente para autores como Charles Bukowski, quien abiertamente admiraba su trabajo.

Esta obra representa el debut literario de Fante, que inicialmente fue presentada a la editorial Knopf y no fue aceptada — posiblemente debido a que su contenido fue considerado excesivamente provocador para la época de mediados de los treinta. Después del fallecimiento de Fante, su esposa encontró el manuscrito entre sus documentos, lo que llevó a su publicación finalmente en 1983.

Editorial: Anagrama
Páginas: 200
Año: 2011 (segunda edición en Compactos)

La atmósfera intrincada de «Alguien»: una inmersión en la obra de Robert Pinget

Por Guillermo Soriano

«Alguien» del autor francés Robert Pinget no es una novela convencional. Publicada originalmente en 1965, la obra desmantela la estructura narrativa lineal para entrelazar fragmentos de recuerdos, diálogos truncados y observaciones. El libro, ambientado en un pueblo no especificado, sigue a su protagonista, conocido simplemente como «él», en su intento por recordar y narrar la historia de Tobías, un hombre que podría haber muerto o tal vez no. Este enfoque desestructurado refleja la fragilidad y la falibilidad de la memoria humana, donde los recuerdos se entremezclan y a menudo se contradicen entre sí.

La genialidad de Pinget radica en su habilidad para convertir el acto de recordar en una experiencia casi tangible para el lector. El flujo de conciencia, un elemento característico de su estilo, nos lleva a través de un laberinto de pensamientos y percepciones. Como lector, uno se encuentra constantemente reevaluando lo que sabe, enfrentándose a la incertidumbre y la ambigüedad. Esta técnica, si bien puede ser desconcertante, es profundamente inmersiva y representa una invitación a participar activamente en la construcción de la narrativa.

La exploración de la identidad es otro tema central en «Alguien». La búsqueda del protagonista por entender quién es Tobías se convierte en un reflejo de su propia búsqueda de identidad. En este sentido, Pinget nos presenta una reflexión sobre cómo nuestras percepciones de los demás están intrínsecamente ligadas a nuestra propia comprensión del yo. El libro, en su esencia, se convierte en un estudio sobre cómo narramos nuestras vidas y las vidas de aquellos que nos rodean.

Pinget juega con el lenguaje, torciéndolo y estirándolo, lo que resulta en una prosa que es a la vez poética y desconcertante. Este manejo del idioma no solo sirve para fortalecer la atmósfera de incertidumbre y desorientación, sino que también eleva la obra a un plano donde el lenguaje mismo se convierte en un personaje.

Sin embargo, el desafío que «Alguien» representa para el lector no debe subestimarse. La falta de una trama clara y la naturaleza fragmentada del texto pueden ser barreras para aquellos acostumbrados a estructuras narrativas más tradicionales. Aun así, este desafío es también lo que hace que la obra sea tan gratificante. Invita a una lectura lenta y reflexiva, una que requiere y recompensa la paciencia y la atención.

Este libro emerge como una pieza central de la literatura del siglo XX, un trabajo que desafía tanto en su forma como en su contenido y que encapsula la esencia del Nouveau Roman con su rechazo a las formas narrativas convencionales y su énfasis en la exploración del lenguaje y la conciencia. A través de su enfoque fragmentario y su prosa laberíntica, Pinget nos ofrece no solo una historia, sino una experiencia: una inmersión en las profundidades de la memoria y la identidad, donde el acto de leer se convierte en un acto de descubrimiento personal y colectivo.

Autor: Robert Pinget
Editorial: Hueders
Año de publicación: 2013 (original 1965)
Número de páginas: 244
Traducción: Santiago Espinosa

Algo huele mal: Visón Venganza, de Dana Lima

Por Gabriel Fonseca

Un libro de poesía siempre es una apuesta. A menudo a la identidad, al cuerpo, o al territorio, que son más o menos diferentes formas del habitar humano. En ocasiones un libro se puede alejar de ese ojo antropocéntrico, y de esos espacios que visitamos con mayor comodidad y frecuencia por la natural afinidad que compartimos con ellos: la especie.

En este panorama Dana Lima pone sobre la mesa un poemario inusual: Visón venganza (2023), publicado por la editorial independiente Imaginistas. Se trata de una escritura animal, escritura que la crítica Isabel Balza entiende como aquella que reflexiona y cuestiona nuestros vínculos con otros animales no humanos. Porque allí donde el animal, desde su pasividad, no articula palabra, es la poeta quien hace una especie de simbiosis lírica, traduciendo el signo animal. John Keats lo anticipaba en un poema, preguntándose acerca del rol del poeta: “Es aquel que ante un pájaro / águila o reyezuelo, haya su camino / a todos sus instintos.”

Visón venganza es el contrapunto a un suceso de dimensiones holocáusticas: el sacrificio de más de 17 millones de visones por el gobierno de Dinamarca en 2021.

“Cuántas veces has podido comprobar a qué huele Dinamarca?” nos interroga el texto, aludiendo a ese común escenario en que algo no anda bien; hay mala espina pero todo queda en el entredicho, el mismo verso hace eco del famoso “Something is rotten in the state of Denmark”, del Hamlet de Shakespeare, en donde el fantasma del padre no descansa por una falta de justicia. La venganza, entonces, se asoma indefectible. Pero si en Hamlet es el hijo quien venga al padre, ¿Quién vengará a los visones que no han dejado si quiera descendencia? En ese sentido Dana ve el uso de la palabra como un hacerse cargo.

“Viene de noche / emerge de la tierra // llovizna mortal / la garra filosa / saliendo de la tumba / las estrellas son testigo / de este suceso”. Para los griegos los dioses (las estrellas) son los agentes de justicia ante los crímenes humanos, en particular las Furias (hijas de la Noche) cuando se trata del asesinato: desde ese lugar lo que emerge es una culpa delirante.

Si lo vemos como ficción, los visones regresan como zombis clamando venganza, sus cuerpos hinchándose sobre la tierra protestan, innegables a la vista, y su monstruosidad son solo el reflejo de la monstruosidad humana. Porque la escritura animal, cuando es precisa, logra conectar ambas subjetividades y hacer un puente entre las especies: es el reconocimiento de su animalidad por parte del humano.

¿Cómo es posible que a estas alturas aún puedan cometerse atrocidades de magnitudes solo comparables al genocidio? Aimé Césaire, en su Discurso sobre el colonialismo, lo ponía en duras palabras al decir que, al parecer, en el corazón de todo europeo, vivía un pequeño Hitler. Es terrorífico pensar que la barbarie sigue propagándose silenciosamente como un virus congénito por las venas de Europa; pero tampoco es que alguna vez le hayamos hecho asco a la sangre: “cazar un visón es como cazar / a tu enemigo en la antigua Roma”. La civilización es la barbarie.

Dana sitúa el lector desde un panóptico: vemos, desde la distancia, al humano desesperado, insensible e imprudente; al animal, muerto y no-muerto; y de pronto nos vemos a nosotros mismos también, interpelados por el texto: “¿Y si solo estoy mirando? / ¿Cuánto cuesta mirar la confección de un abrigo de visón? / ¿Cuántos visones se necesitan para igualar la extensión de la muralla china?”. El testigo como cómplice, el consumidor desmesurado, y el absurdo de la producción industrializada, al sometimiento de animales y al uso y desuso del medio ambiente. Se trata aquí de un horror no solo carnalizado, si no extendido al territorio, al ambiente y a las estructuras de la vida diaria.

Por tanto, no estamos ante una mera reflexión animalista en Visón venganza, sino de una desarticulación del hacer humano en relación con su entorno, animal y natural, léase antiespecismo, léase ecofeminismo, léase postcolonialismo, el texto soporta todas esas lecturas y no se agota. Pero la verdad, un poemario como este incomoda. Te mira desde cerca y recorre certero como un bisturí quirúrgico. Se sale del libro como se sale de una faena: podemos retomar nuestra cotidianidad, pero el mal olor nos instigará a pensar en cómo nos vinculamos con esos otros, y cómo siguen habitando nuestro hogar, nuestro ojo, y nuestro cuerpo.

«visón
animal que se basta a sí mismo
pero a cuya existencia
se le asigna un uso
ahora tu abrigo elegante
y tu jopo bien peinado
es solo un sueño burgués
de nightclubs y champaña
tu abrigo ha regresado de la tumba
Y va a perseguirte hasta el final de los días”.

  • Editorial: Imaginistas
  • Año de publicación: 2023
  • Número de páginas: 32
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