Las dimensiones desconocidas y la posibilidad de sumergirte en el espacio-tiempo viajando a través de hoyos oscuros es un fenómeno para entendidos. Pero la capacidad que tiene el filme radica justamente eso. Introducirte en las probabilidades.
Por Rolo Medina
Partiré diciendo que esto no es, ni pretende ser una crítica de cine. Es más, casi nunca voy al cine, pero al salir de la sala me sentí distinto. Había visto una película demasiado ambiciosa, demasiado. Christopher Nolan parece que se ha esmerado lo suficiente, incluso en algo que generalmente suele amagar en sus filmes. La emotividad de las relaciones humanas, el desarrollo de ellas en los personajes y sus propias sensibilidades. Salgo de la butaca y vuelvo a sentir la luz artificial del edificio. Absorto, confundido. Cómo me hubiese gustado saber mucho más que lo mínimo de física cuántica. Creo que es un desafío a los espectadores, pero se agradece. Nolan y su hermano han realizado un gran trabajo, y la música que propicia Hans Zimmer está más que justificada. Cada pieza escogida agudiza la sensación de estar en un viaje. Volveré a dejarlo patente: Esto no es una crítica de cine, y tampoco un manuscrito de teorías gravitacionales.
Por más de dos horas sentí que me encontraba tripulando una nave espacial. Y esto no parece una cinta futurista. Los recursos se están acabando, la posibilidad no es remota. Nos han convencido de que los efectos especiales van en absoluta sintonía con el desarrollo tecnológico. La humanidad se va al carajo. Y tú, por supuesto que eres otro más de los invitados insignificantes, pero también cuentas. Mejor volvamos a la pantalla. Se aprecia a Matthew Mc Conaughey impresionante. Un héroe atípico, resuelto a su vida familiar y un bastión de los regalones. Un tipo que parece el vecino cualquiera de alguien cualquiera. Es cierto, nuevamente los gringos, y blá blá blá. Putos gringos, pero no me imagino a Macedonia o a Zaire llevando a cabo un proyecto espacial. Ni a los rusos, ni a los japoneses.
[pullquote]Quizá en minutos finales te cuentan demasiado rápido lo que estabas terminando por entender. Ahí no hay una sutileza muy depurada, pero calza. Eres menos tarado de lo que crees. Firma, el director.[/pullquote]
La NASA es de los putos yanquis. Cierre de comillas falsas. Matt Damon aparece en el momento preciso para realizar el golpe de efecto necesario. Quizá en otra película lo hubiera necesitado antes, pero con Interestellar podrías esperar incluso 45 minutos más. Los vale. Los vale por sus efectos especiales, por su musicalización, porque Anne Hathaway siempre es muy apetecible, porque el limbo emocional que supone una promesa de un padre a un hijo está logrado, etc. Piensa que se está definiendo la supervivencia de la raza humana. Sin embargo, personalmente el antagonista encubierto es el que me dejó más tocado. La actuación de Michael Caine como el profesor Brand es sobresaliente.Y te convence sobremanera la idea respecto a un científico que se entrega a la causa, y de paso se mete en la raja las verdades ajenas. Es su verdad, y va a morir en la suya. Si esperas el desarrollo narrativo típico de las películas de Nolan, vas a quedar satisfecho, quizá extasiado.
Hay vuelcos, una trama que por momentos puede ser una pizca espesa pero que se justifica. Estamos hilando fino, es ciencia ficción. Incluso el humor está en un código bastante esperable. Hay que seguir el rastro que se va desintegrando conforme avanza el engranaje de la historia. Quizá en minutos finales te cuentan demasiado rápido lo que estabas terminando por entender. Ahí no hay una sutileza muy depurada, pero calza. Eres menos tarado de lo que crees. Firma, el director. Las dimensiones desconocidas y la posibilidad de sumergirte en el espacio-tiempo viajando a través de hoyos oscuros es un fenómeno para entendidos. Pero la capacidad que tiene el filme radica justamente eso. Introducirte en las probabilidades, a ti, gañan y pelusón de barrio que necesitas muchas veces suministrar una buena dosis de locura y alucinaciones para hacer de tu vida, un lugar soportable.
No es que reciba dinero agregando suspenso ni haciendo publicidad para que usted gaste el dineral que supone ir a un cine en Chile. Sin embargo, creo que vale la pena verla en una pantalla grande. Sentir el sonido que te envuelve, imaginar que estás ahí. Pero vaya como lo hice yo, desatendido, sin declarar pretensiones, pensando simplemente en un viaje sin expectativas. Le aseguro que lo agradecerá.