El cine independiente se toma los Oscar 2015

Acostumbrados a recibir películas de MGM, Warner, Disney o 20thFox, la lista de nominados a los Oscar 2015, cuenta con seis aspirantes al trofeo provenientes de casas cinematográficas independientes. La pelea este año se dio fuera de la industria.   

Por Guillermo Soriano

budapest

El sexteto indie lo componen El gran hotel Budapest (Wes Anderson), Birdman (Alejandro G. Iñárritu), The Imitation Game (Morten Tyldum), Boyhood (Richard Linklater), Selma (Ava DuVerna) y Whiplash (Damien Chazelle), compitiendo, algunas con más pergaminos que otras, por la anhelada estatuilla a mejor película. La mirada de autor, alejada de los parámetros de la industria, sopesó en la elección de nominaciones, destacando la originalidad de las historias y manera de contar.

Dos películas lideran la lista de nominados: El gran hotel Budapest del director tejano (¿de culto?) Wes Anderson, que cuenta las peripecias de Gustave H (Ralph Fiennes), un conserje de un famoso hotel europeo en el período de entreguerras, y las de Zero Moustafa (Tony Revolori), el botones que lo ayuda a safar de su coqueteo con el crimen, la extorsión y la muerte. Junto a Anderson, el mexicano Alejandro González Iñárritu (Amores Perros, Babel) presenta Birdman, cinta que narra la historia de un actor venido en decadencia, quien se hiciera famoso en el pasado por interpretar a un superhéroe, y que ahora, intenta buscar credibilidad ante la crítica preparando un estreno teatral en Broadway.

[pullquote]Sin duda este año hubo más riesgo por los nominados que en versiones anteriores. La preocupación por la mirada de autor y el arte, hacen que la competencia se vuelva más atractiva para cinéfilos y críticos de cine, quienes cada febrero contemplan absortos el desfile de clichés y estereotipos que la conservadora Academia suele premiar.[/pullquote]

Ambas cintas empatan con nueve nominaciones, pero en distintas categorías, aunque comparten los apartados de Mejor Película, Mejor Director, Mejor Guión Original y Mejor Cinematografía. Otra que suena con fuerza es Boyhood (seis nominaciones), del estadounidense Richard Linklater, que viene de ganar los premios a Mejor Película, Mejor Director y Mejor Actriz Secundaria en los Bafta, considerados los Oscar británicos, ganándose los elogios de la crítica por el ambicioso y bien logrado proyecto de llevar a cabo un rodaje durante 12 años. La historia, aparentemente sencilla, le sigue la vida a una familia de clase media por el paso del tiempo, advirtiendo los cambios y madures, tanto físicos como psicológicos de sus personajes.

Les siguen en la lista The Imitation Game, protagonizada por Benedict Cumberbatch y basada en la historia real del matemático Alan Turing, compitiendo en ocho categorías; Mejor Película, Mejor Actor, Mejor Actriz Secundaria, Mejor Director y Mejor Guión Adaptado, entre otros, y Selma, película de drama estadounidense dirigida por Ava DuVernay, basada en uno de los momentos claves por los derechos civiles: las marchas que sucedieron de Selma a Montgomery, lideradas por James Bevel, Hosea Williams, y Martin Luther King.

La gran sorpresa es también la más audaz. Se trata de Whiplash, cinta alejada de cualquier fórmula probada para agradar a la Academia –momentos históricos, biografía de personajes célebres, actores de reconocimiento mundial, etc.-, por el contrario, se mueve con sus códigos a ritmo propio. La cinta narra la vida de Andrew (Miles Teller), un aspirante a baterista de jazz, y las crudas sesiones de práctica en el conservatorio de música junto al connotado profesor Fletcher (J.K Simmons), quien no duda en explotar y humillar a sus alumnos con tal de sacarles lo mejor de sí.

Sin duda este año hubo más riesgo por los nominados que en versiones anteriores. La preocupación por la mirada de autor y el arte, hacen que la competencia se vuelva más atractiva para cinéfilos y críticos de cine, quienes cada febrero contemplan absortos el desfile de clichés y estereotipos que la conservadora Academia suele premiar. Es por eso damos por gran ganador este año al cine independiente y a sus directores, los que de pasar a mirar desde la vereda del frente, hoy son protagonistas del certamen cinematográfico con mayor masividad del mundo.

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