Lo que dejó las fiestas patrias

Por Cristian van Kerkhoff.

Fondas, víctimas y tradiciones. Atochamientos, balnearios llenos y a ratos un Santiago fantasma. Días de fiestas, de tiempo libre y de viajar si es que el presupuesto y el camino hacia el destino lo posibilitaban. Una fecha no exenta de polémicas, dramas, brindis y celebraciones. Las fiestas patrias en un breve resumen de sus diversos acontecimientos, altercados, cifras y recuentos.

Más de una semana en donde Chile volvió a ser Chile en cuanto a llenarse de sus tradiciones, bailes típicos, gastronomía, entusiasmo, cánticos y ceachei. En donde los comentarios variaban de qué se haría, dónde y con quién, todo en cuanto a realizar algo «típico chileno». La inquietud que me arroja es, ¿por qué en las fiestas patrias queremos volver a ser tan chilenos? ¿Por qué no serlo todo el año, a favor de lo chileno (música, cultura, lectura, etc.) y en las fiestas patrias sólo reafirmarlo?

En cuanto a manifestaciones, hubo un receso, quizás debido a que las personas no se concentraron tanto en la capital ni en las grandes regiones como en una semana laboral común y corriente. Aunque hay que destacar que la manifestación en la parada militar con respecto a la solicitud de una educación pública, gratuita y de calidad, fue una jugada estratégica y memorable de parte de estudiantes que no descansan ni bajan los brazos en su requerimiento. Aquí los chilenos por la educación sí se hicieron presentes y no tomaron vacaciones.

Más de 30 víctimas fatales, en las cuales la mayoría fueron peatones por sobre conductores al frente de un automóvil. Sí se redujo el nivel de víctimas fatales pero, con la nueva Ley de Alcoholes, muchos más peatones transitaron en estado de ebriedad, cruzaron donde no debían y algunos, encontraron la muerte celebrando o dirigiéndose a su casa. Para los que fiscalizan, ojo con cómo van a controlar a la masa en estado de ebriedad alrededor de un evento, local nocturno o discoteca, ya que sí antes era el conductor el que podía matar por el efecto del alcohol, ahora son los peatones quienes se pueden cruzar en cualquier momento, perder la noción o cometer locuras.

Vinculado a la ingesta de alcohol fue la reincidencia en la conducción en estado de ebriedad del portero de la Universidad de Chile, Johnny Herrera; quien luego de atropellar y dar muerte a una persona en 2009, vuelve a recaer en la conducción bajo la influencia del alcohol, entregando señales del nulo aprendizaje de los daños causados anteriormente a la familia de la víctima y, por sobretodo, su baja autocrítica. Un reflejo de muchos que no quieren ver la realidad, le bajan el perfil y que, incluso, nos se les juzga de la misma forma que a otros porque son políticos, futbolistas, animadores o «hijos de».

Santiago estuvo irreconocible durante muchas tardes, en donde daba gusto circular tanto a pie, en bicicleta o en automóvil. Los únicos lugares en los cuales podríamos sufrir por las multitudes, eran las fondas, ramadas o quizás uno que otro parque. Para los que nos quedamos en la capital, fue un agrado más que una desilusión no salir, sobretodo contemplando los grandes atochamientos de automóviles, el alza (año tras año) de los precios en los pasajes de buses y el saber que para donde se fuera (norte, sur, este y oeste) se estaría en presencia de miles de personas buscando -sin mucha satisfacción- lo mismo que todos: paz y tranquilidad.

Reafirmo la inquietud de la chilenidad, ya que tanto nos quejamos de nosotros mismos, de nuestra cultura y que pareciera que sólo en las fiestas patrias el corazón se nos sale con un ceachei o al escuchar una cueca. Creo y postulo en ser chilenos orgullosos día a día, de su territorio y cultura, que si la idiosincrasia no gusta o molesta, intentar cambiarla o aportar en su mejora pero no destruirla, en criticar constructivamente y no destruir un comentario; en respetar al resto como queremos que nos respeten o como nos respetamos a nosotros mismos, y por sobretodo, estar a favor constantemente de ayudar a otros, ya que juntos podemos hacer que Chile sea más grande de lo que ayer se dijo que era.

Publicación anterior

Momentos en el mes de la patria

Publicación siguiente

Donde las Papas Fritas queman

Más reciente en esta categoría

[POEMA] EPITAFIO

No quiero que nadie me recuerde protegido en tibiezas, en la comodidad que brindan los privilegios,…

[CUENTO] BOGO MARU

—Majestades, Altezas Reales, señoras y señores, dejo este podio al padre Aidan Murphy, Marutai Popola, ganador…