Vivir al límite
¿Es el hecho de lograr un record que el resto quizás nunca pueda lograr? ¿la satisfacción personal de superar todo lo conocido por la ciencia y su investigación y sembrar un nuevo estándar? O quizás es algo aún más profundo e intrínseco del ser humano que desde sus orígenes quiere lo que no tiene, lo que no puede o lo que le niegan.
La experiencia de estar constantemente renovándose e insertos en el cambio, nos entrega la vitalidad que necesitamos para continuar. El vértigo y el riesgo de saber si se logra o no la meta o el objetivo planteado, nos mantiene en un hilo y expectantes con todos nuestros sentidos enfocados en lograr la misión. La adrenalina actúa como combustible necesario y demandante durante el acto.
Esta misma sustancia es la que deportistas, alpinistas o personas como Felix Baumgartner, no pueden olvidar el efecto causado en ellos. Una mezcla de satisfacción, ansiedad y miedo que nos hace sentir más vivos que nunca y en donde hasta podemos sentir que el tiempo se detiene. Esos pocos menos de 10 segundos en donde Usain Bolt utiliza todas sus energías y convicciones de saber él mismo que está en la delgada línea del límite, que cualquier esfuerzo extra lo puede dejar en la gloria o en el fracaso; o el mismo Baumgartner en su salto desde la estratosfera, en donde cualquier mínima falla o mal cálculo tanto de él como del equipo podían hacer que el trabajo de 5 años fracasara en 5 minutos.
David Blaine, ilusionista estadounidense, con su osada aventura de traspasar 1 millón de voltios por su cuerpo, nos entrega nociones de que el ser humano está en constante superación. En su caso, da cuenta de que el estudio del cuerpo humano, el poder de la mente y estar siempre buscando desafíos, entrega resultados muchas veces cuestionados por la ciencia y los más entendidos en las áreas del conocimiento.
Casos como los de Blaine o Baumgartner, también involucran un nivel de espectáculo, expectación y ansiedad tremenda, cautivando a millones de personas que constantemente piensan en los diversos escenarios que podrían afectar a los realizadores o incluso pensar qué haría ellos mismos, idearse en el mismo escenarios y dar opinión frente al asunto. Aun más, también es una motivación para otros el saber que sí es posible superarse, no es sólo por el límite que alcanzan grandes récords o hallazgos, sino que la mayoría aumenta sus posibilidades al cobrar realidad que lo mencionado como impensando si se puede obtener.
Por distintos medios podemos comprobar más y más hazañas… Youtube y otros canales audiovisuales nos permiten verlos y sacar nuestra propia conclusión, generando aún más ideas y motivaciones. Estos mismos motores de búsqueda nos entregan la posibilidad casi instantánea de saber algo o más de cualquier inquietud que tengamos. Antiguamente, sólo los sabios tenían estos conocimientos o hace 15 años atrás, sólo los periódicos, la televisión o vía teléfono se podía saber de un nuevo avance. Con esto, los llamados nativos digitales, los que nacieron con Google, Wi Fi o dispositivos móviles, logran un nivel de actualidad y, por sobretodo, el conocimiento de sus anhelos, deseos o sueños sí son realizados por otros, hincándoles aún más hacia la motivación por el logro.
Estas posibilidades actuales, nos entregan la noción de poder viajar a conocer otras realidades más extremas para estar constantemente planteándonos desafíos, retos y cómo poder realizar lo que muchas veces puede lograr atormentar nuestra mente. Todas estas posibilidades, hechos y logros en constante alcance, nos entregan la premisa y la señal de que los cambios sí son posibles si trabajamos arduamente en ellos, que la satisfacción sí es alcanzable. Así que, no te detengas, no bajes los brazos ni menos pienses que no puedes.