El sentido de la Navidad
Si bien el sentido primitivo de Navidad es celebrar el nacimiento de Cristo, hoy hay cada vez menos sentido religioso en el país y por ende un espíritu navideño diferente al original. Para todos el sentimiento que trae consigo esta fecha es distinto. Existen aquellos para los cuales esta fecha es la excusa perfecta para gastar sin culpa, para otros es un dolor de cabeza meterse a un mall y escoger que regalar. Pero finalmente en todos los casos hay un denominador común que se llaman «deudas». También existen los grinch navideños, personas que odian estas fechas ya que les producen sensaciones de tristeza, ya sea por la pérdida de personas importantes, recuerdos infantiles tristes, etc.
Recuerdo que antes uno era feliz con regalos sencillos, pero seamos sinceros, a medida que la tecnología y los lujos en temáticas de juguetes han entrado en nuestro país, nuestros regalos se hacían cada vez más costosos a medida que crecíamos. Pero si usted le regala a sus hijos -en caso de tenerlos- cosas caras desde pequeños, la vara será cada vez más alta y en algún momento imposible. Seguramente la frase más repetida este mes es: «no te olvides que el viejo pascuero le debe llevar a todos los niños del mundo».
Ahora si usted no tiene hijos, y sólo regala a un amigo secreto o familiares, recuerde que la opción más fría será la famosa giftcard, ya que consigo lleva una cartel que dice «nunca sé que regalarte, eres complicado(a), así que es más fácil y no tuve que dar eternas vueltas buscándote algo, en otras palabras, elige tú». Aunque sea pequeño, un regalo es un pequeño detalle que demuestra preocupación y/o una dedicación en pro del afecto para con quien recibe el presente. Pero depende de uno generar una Navidad distinta y hacer revivir el verdadero sentido de esta festividad que finalmente es de y para los niños.
Si ha tenido suerte, si no tiene carencias importantes y/o significativas, si tiene salud y la oportunidad de contar con una familia, por qué no darle las gracias a la vida ayudándole de la manera que nos sea posible, a aquellos que han tenido menos gracia. Correos de Chile hace años ha creado de esta instancia la oportunidad para ayudar. Son niños que escriben sus deseos de Navidad a aquellos que por un minuto quieren personificarse de viejos pascueros y regalar ilusión. En sus dependencias es posible encontrar muchas cartas de niños de diversas comunas, edades y sexos, que escriben pidiendo las más variadas cosas, y uno puede elegir la opción que más le parezca conveniente o que esté más a la alcance económico.
Este año se creó la opción online en correosdechile.cl donde usted puede elegir una carta desde la comodidad de su teclado. Muchos dudan de las veracidades de estas cartas, de los reales motivos de aquellos que las escriben -bueno hay de todo-, y aunque no puedo decir que existe quizás algún aprovechador en alguna de ellas, al leerlas uno se da cuenta que hay algunas que son sinceras. Al ver que existen niños que sólo desean un pollo asado para cenar este 24. Esta campaña finaliza el 20 de diciembre, pero si no alcanzó a participar de esta gran obra, puede encontrar un montón de opciones para ayudar por su cuenta. Lamentablemente en nuestro país no es difícil encontrar gente con carencias, pero lo importantes es no quedarse sin hacer nada.
Ayudar es gratificante, dar alegría es una oportunidad para experimentar lo que realmente debiera significar esta fecha. Haga de esta Navidad una Navidad distinta. La pobreza no la hizo Dios, la hacemos nosotros cuando no compartimos lo que tenemos.